Otoño.

Otoño.

Sol calido.

Una pequeña brisa, fresca.

El verde va cambiando tonos.

Amarillos, ocres, tierras.

Algunas flores aun en mi ventana

Y los  rayos de la tarde…

Colándose entre pequeños agujeros del follaje.

Pájaros, silencio y soledad.

Afuera.

Dentro… yo

Observo calmado, en paz.

La tarde cae, se despide,

Y como mis días, los de otoño se acortan.

Escasa luz, largas noches.

Mucha sombra, poco tiempo.

Si, tarde para juntar tucas.

Exquisita, como el sonido que  me eleva.

Largas bocanadas y  el humo perforándome.

La  tos me saca de equilibrio.

Mi pecho silba, rechina y  duele

Tranquilo, sonrió.

Otoño afuera.

Dentro mío, también.

Mis colores se apagan, se disipan.  

Mis hojas se caen, abatidas.

Mi luz se opaca,

Se hace difusa, como mi mirada.

No existe el calor encendido

De mí derrochada juventud.

Dentro de mí no hay flores

Ni frutos, ni riego.

 Sol calido.

Una pequeña brisa, fresca.

Lo enciendo nuevamente.

Aspiro profundo, cortos halitos.

El humo dibuja dragones entre las llamaradas de sol

Incinerando el ambiente.

Volátil de aroma a pachulí.

Estoy solo,

Y eso es bueno.

Libre, zagas, despierto.

Dispuesto.

Otoño,

Cambiare mi follaje, regare mi suelo.

Limpiare ventanas, mudare mi piel.

Encenderé fogatas,

Quemare escritos y poemas,

Rociare la habitación, la casa,

El aire, con nuevos olores, nuevos sabores,

Pintare mi cuerpo, lo endulzare,

Tapare cicatrices y vestiré ropas nuevas.

Esperare por las flores y los frutos.

Sin culpas, ni deudas.

Sin rostros, sin rencor,

Libre,

Para crear, creer y volver a ser

La primavera me hallara vacío.

Con la mente en blanco.

Mis manos vacantes.

La boca sedienta,

Mi cuerpo dispuesto.

Y el corazón sanado y  emancipado.

Ya es noche,

Se extingue el día,

El otoño

Y mi soledad.

Beto.Diaz.-

17/05/2011